Hace unos años atrás mientras impartía clases de piano me encontraba junto a una estudiante la cual tenía dificultad de posicionar sus manos de manera correcta. Solía tocar el piano con los dedos completamente planos haciendo su proceso de aprendizaje incómodo y difícil. Intentamos con varios ejemplos y enseñanzas como colocar sus manos de forma arqueada y natural pero aun así le costaba sostener la posición correcta.
Entonces pasó por mi mente…
“¿Has visto cómo camina una arañita?
Caminan de puntitas con sus patitas deslizándose cómodamente. Solamente verás una araña con sus patitas aplanadas o completamente enroscadas si te la encuentras aplastada y sin vida; de esta forma la arañita no podría caminar. Necesita tener sus patitas de puntitas y así fácilmente caminar de aquí para allá.”
Nuestra estudiante sonreía con la historia de la arañita e inmediatamente corrigió la posición de sus manos logrando entonces arquear sus dedos y colocar sus manos correctamente. Nunca olvidó esta lección. En ese momento nació la idea de quien se convertiría en nuestra “mascota”. Fue el ejemplo de la arañita un nuevo recurso pedagógico para recordarle a los estudiantes como posicionar sus manos en el piano: dedos arqueados y relajados siempre cerca del teclado.
Más adelante encontramos en una tienda un peluche de una arañita, parecía mirar con sus ojos grandes y sonreír simpáticamente. Nos cautivó de tal manera que la compramos y desde entonces esta pequeña “mascota” nos ha acompañado por varios años en las lecciones de piano tanto de niños como adultos que al olvidar como colocar bien sus manos se les hace mención del ejemplo de nuestra gran amiga y compañera de clases: Patitas.
Agradecemos a nuestra estudiante Bernice por sugerirnos apodar a nuestra mascota con el nombre de “Patitas” pues pasaron varios años que nos acompañó sin nombre y solo con su ejemplo.
¡Gracias Patitas por tu lección y compañía!